IRON MAIDEN es una banda que, como muchos de ustedes saben, representa el episodio más importante de mi vida metalera. La espera que para mí representaba este disco no fue diferente a los anteriores. Evoca la necesidad de escuchar lo mejor de lo mejor, esperando lo que más aprecias dentro de tus aficiones. Y con una expectativa tan fuerte, no puedes menos que imaginarte que será magistral. Al escucharlo por primera vez, no me sorprendió lo que escuché, al contrario, lo esperaba de este modo.
Cuando escuché
DANCE OF DEATH la primera vez, se comenzaron cambios en el estilo del grupo, muy obvios para los fans de hueso colorado. Comenzaban a mostrar destellos de una nueva etapa: El
IRON MAIDEN maduro. Se notaba cada canción que querían mostrar que estaban dando un paso importante, pero respetando a sus fans, sólo dieron un destello. El cambio ahí estaba, pero no querían hacerlo tan obvio. Llegó
A MATTER OF LIFE AND DEATH y se puede decir que este es el disco de transición. Iron Maiden dejaba atrás aquellos tiempos de las canciones frenéticas y hits de radio del estilo
THE TROOPER o RUN TO THE HILLS. Dejaron un poco atrás el heavy metal de la NWOBHM para convertirse en un grupo progresivo, maduro con una identidad que no los aleja de lo que
IRON MAIDEN representa dentro del Heavy Metal.
THE FINAL FRONTIER es la conclusión de esa transición. Un disco con un estilo progresivo melódico épico. Es obvio que durante estas producciones, no se han molestado en ocultar que su técnica y estilo son ahora mucho más sofisticados y que comparten ese talento en un álbum que al ser escuchado, Difícilmente generan el deseo de hacer headbanging. Sin embargo, hay esa sensación de quese escucha a Maiden más sereno y menos desvocado. Me atrevo a decir que es lo mismo que sucedería con
OPETH: Sabemos que es Metal, pero llega un momento en que la melodía invita a escuchar sin mayor aspaviento porque la calidad de las melodías invita a no perder detalle y con ello perder la identidad de la canción. Suena exagerado, pero esto es más una percepción personal de lo que sentí la primera vez que lo escuché.
Podemos dividir el disco en dos partes: El elemento metal "per se" de Maiden. Dinámico y entregado a sus raíces sin romper con la identidad que pretenden dar con el álbum completo. Canciones como
THE FINAL FRONTIER, EL DORADO, MOTHER OF MERCY, COMING HOME y THE ALCHEMIST representan los elementos NWOBHM más elementales pero dándoles ese toque que hizo de Iron Maiden el titán que es, presumiendo lo que fueron y adentrándonos a la segunda parte que nos muestra al Maiden Progresivo, refinado y armonioso que presume su talento con melodías largas pero bien pensadas y conducidas definiendo lo "épico" de la composición. Es difícil no escuchar
ISLE OF AVALON, STARBLIND, THE TALISMAN, THE MAN WHO WOULD BE KING y WHEN THE WILD WIND BLOWS sin pensar que estas canciones pueden inspirar libros completos (O que cuentan grandes historias en un breve momento).
Por estas características, es difícil que sea un disco decepcionante. Los grandes solos de Smith, Murray y Gers siguen aquí, y no recuerdo que en un álbum hayan derrochado tanto talento como en este disco. El ritmo incansable y metódico de Steve Harris en el bajo, llevando el ritmo de la canción sobre él como el líder que es. Bruce Dickinson que como caballo de mil batallas ha mostrado que puede alcanzar esos registros cuando es requerido y aún puede poner esa emoción e intensidad a las canciones y despertar ese pequeño Eddie con cada palabra que canta y Nicko, que siendo uno de los bateristas menos reconocidos a pesar de su talento, pone de su parte para llevar adelante una interesante obra. Quizá para los expertos músicos, individualmente, los miembros de
IRON MAIDEN no trascienden pero en conjunto, difícilmente encontraremos un grupo cuya integración de elementos cree un monstruo de este tamaño.
Podría pensarse que decepcionará a los fans metaleros que no gustan de ver a los grupos cambiar sus estilos. Sin embargo, es indispensable mencionar que no puedes desperdiciar el talento cuando se tiene.
IRON MAIDEN ha avanzado musicalmente porque sus miembros poseen experiencia y capacidad a lo largo de los años para crear obras como esta.
IRON MAIDEN se ha mejorado a sí mismo y aunque su música suene "diferente" o "impropia" a su nombre, simplemente se han dado cuenta de que ya no son los mismos y es algo que debemos disfrutar, porque está bien hecho. Y si los puristas dejan de lado el concepto Maiden, podrán disfrutar una nueva identidad que, en lo personal, es más que bienvenida.
Calificación: 8/10
